Otra comedia que tenía toda la pinta de “refrito”, son tantas veces que se cuenta una historia de este tipo que ya de antemano sabes lo que va a ocurrir, la fórmula es siempre la misma, esta vez quizás el mayor atractivo es ver a Jennifer Aniston haciendo el mismo papel que tiene en “Friends” una y otra vez (cuando decidiráa ella mismo hacer otro tipo de películas para evitar que la encasillen tanto?).
Esta “original” historia nos muestra como Gary (Vince Vaughn) y Brooke (Jennifer Aniston) se enamoran en un estadio, el recurso de combinar esto con fotografías de lo que vino luego quedó muy bien para introducir la historia, pero no es nada novedoso. Todo es felicidad entre estos 2 tortolitos que viven juntos en un departamento, hasta que una serie de eventos hace que la pareja entre en disputa, ella se queja de su falta de atención y él de que ella es posesiva. Finalmente se pelea y nos muestra todo lo que ello representa, desde el principio de “no te metas en mi territorio” hasta “voy a hacer todo lo posible por hacerlo(a) infeliz”. Hasta allí todo es lo mismo de siempre, el mismo bodrio que se ha visto una y otra vez, no quiero arruinarles el final, pero es lo mejor de la película, ese final que no es el de siempre, el inesperado, el real, el que no es rosa es lo que más me gustó de esta película, sólo por eso me atrevería a recomendarla.