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Tengo que ir a misa?

Inspirado por un post de Malditamente Fiel me animé a escribir respecto a mi aversión a las misas.

Todo empezó cuando era muy muy niño mi abuela materna, que era mi adoración me compró un traje al mejor estilo de los Toribianitos y me llevó a misa, fué en Mollendo, yo tendría 5 años y es la primera vez que recuerdo haber entrado a la iglesia, me llevaron muchas veces de mas pequeño pero no las recuerdo. Mi abuela me dijo “vamos a ir a la iglesia, tienes que estar callado y escuchar lo que dice el curita”, yo le dije que sí a mi abuelita, jamás podría decirle que no a ella, cuando llegamos me quedé con la boca abierta, me pareció increiblemente grande y quede fascinado con los cuadros, estatuas y demas parafernalia propia de una iglesia, le pedí a mi abuela que me llevara a ver a los santos que habían a los costados, ella accedió porque aún no empezaba la misa, yo estaba hipnotizado, lo que vino luego fué estar callado al lado de mi abuela y tratar de ver mas detalles en alguna imagen cercana.

Mi abuela era una persona profundamente católica, ella me enseñó a rezar, antes de acostarme y al levantarme, eso si, no rezábamos antes de comer, los motivos nunca los supe. Se hizó costumbre ir a misa, obvio que con traje de domingo, incluído el odiado traje de marinerito (el destino quizo que se perdieron todas esas fotos!) . Mi enorme curiosidad inicial se fué disipando hasta que ir a misa se convirtió en un fastidio, pero no podía decirle que no a mi abuela, la quería demasiado; un día me armé de valor y le dije que ya no quería ir porque me aburría mucho; ella en su inmensa bondad no me regaño, lo que hizó es tratar de hacerme entender la importancia de ir a misa y de estar en contacto con Dios, yo le dije que le rezaba todas las noches y todas las mañanas, además estudiaba en un colegio de monjes franciscanos donde también nos hacían rezar y teníamos misa los miércoles, asi que tenía que estar muy cerca de Dios. Ella me dijo que quizás estaba aún muy pequeño para entender ciertas cosas y me dijo que no me obligaría más, que sólo iría cuando yo quisiera. Me sentí terriblemente mal por esa respuesta, un sentimiento de culpa me agobió y al siguiente Domingo yo mismo la fuí a buscar para decirle que quería ir a misa. Pero esto no duró mucho, a mis 9 o 10 años me dí cuenta que ir a misa no era lo mio.

Ya en secundaria, la férrea educación franciscana nos hizó entender paulatinamente en que consistía ser católico, la importancia de la comunión, poco a poco mis dudas se fueron despejando, tengo que reconocer que el Padre Gordillo (q.e.p.d.) fué como mi guía espiritual en ese momento, me ayudó muchísimo, me despejo muchas dudas e interrogantes. Ir a misa se volvió una costumbre para mí y mis compañeros, pero no se equivoquen, no nos volvimos piadosos, para nada! la verdadera razón era porque con el cuento de ir a misa nos encontrábamos con nuestras enamoradas o las chicas que nos gustaban, la parroquia San Martin se había convertido en nuestro point para vernos con las chicas los días Domingo. El Padre Gordillo me dijo: “no seas hipócrita, si vas por las chicas esperalas afuera y no entres a misa”, yo me esperaba una tremenda reprimenda, pero se limitó a decirme eso.

En 5to de secundaria hice mi confirmación que era casi una obligación para todos nosotros, no conocí un solo compañero que no se haya confirmado; pero para nosotros fué fantástico porque teníamos que asistir a unas charlas de preparación que incluía a chicas de nuestra edad y los consabidos retiros “espirituales” que para nosotros era sinónimo de borrachera y jugar a la botella borracha con las chicas. Dejé de ir a misa, convencí a mis amigos de que no era necesario entrar, esperarlas afuera era suficiente, todos accedieron, porque mientras duraba la misa nosotros nos matábamos de risa haciendo chongo en el parque del frente esperando la salida de las chicas que dicho sea de paso si eran algo piadosas.

Terminé la secundaria, ya no tenía la presión de los curas, nadie me obligaba a ir a misa, pero yo quería entender los motivos, porque la misa me parece tan aburrida a mí? soy un hereje? cómo la gente aguanta? que tienen esas viejitas que son capaces de ir todos los días? es malo no ir a misa? me iré al infierno? Dios se enojará conmigo? tengo que ser católico? que pasa con los mormones? testigos de jehova? budistas? los ateos son malas personas?. Inicié una búsqueda personal, tenía que encontrar las respuestas y comprender como era todo, cuando tuve 19 años logré entender el meollo del asunto y desde entonces soy Ateo.